lunes, 6 de febrero de 2012

1.2 Enfoque constructivista

La Dra. Emilia Ferreiro y la Dra. Ana Teberosky han investigado y descubierto una progresión del proceso de aprendizaje del sistema de escritura, que desarrolla cinco hipótesis sobre la lengua escrita. En las dos primeras, niñas y niños tiene una escritura indiferenciada, que las investigadoras denominaron "presilábica". Han construído una 1a hipótesis que logra diferenciar la escritura del dibujo, pero no grafican letras convencionales. En la segunda hipótesis que logran elaborar, niñas y niños emplean un variado repertorio de grafías convencionales reguladas por una hipótesis de cantidad mínima (no se puede leer si no hay una cierta cantidad de letras), otra hipótesis, la de variedad (letras iguales no sirven para leer) y otras relacionadas con la dirección de la escritura y con el abordaje del espacio plano. La Dra Ferreiro asegura que el Jardín de Infantes debería tener como propósito permitir a niñas y niños la experiencia libre de escribir, ya que se aprende mejor explorando formas y combinaciones para descubrir el sentido de la lectura y la escritura; porque el lenguaje escrito es mucho más que un conjunto de grafías que constituyen un código: es un constructo social, un artefacto-tecnología cultural, que sirve para transmitir información, expresarse trascendentalmente, apelar a cambios de conducta, compartir obras artísticas. Intentar leer en diferentes “datos contextuales”, es decir, en escrituras que están en el mundo circundante en cierto tipo de superficie (envases de alimento, en un periódico, libro, etc.), escuchar la lectura oralizada, leer en voz alta y gozar de una buena historia, ver escribir a los adultos, intentar escribir, reconociendo semejanzas y diferencias sonoras, mediante la producción e interpretación de textos.




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